Neuropsicología infantil y las neurociencias

En la historia de la neuropsicología están los esbozos de su epistemología. Esta es una historia compartida con la neurociencia cognitiva donde se pueden apreciar dos constantes: el enorme protagonismo del lenguaje y la referencia casi exclusiva a pacientes adultos. Casos paradigmáticos como Phineas Gage o HM dibujaron la hoja de ruta de la Neurociencia Cognitiva y la Neuropsicología. Poca atención se prestaba a la población en desarrollo, además que, algunos trastornos actuales no eran observables hace 50 años por la simple razón que la expectativa de vida era menor, por ejemplo, en la prematurez extrema.

En 1980 la American Psychological Association APA designa a la División 40 el nombre de Neuropsicología Clínica y con ello se avanza en la delimitación de esta área entendida como el estudio de la relación entre la conducta humana y el cerebro en condiciones patológicas y no patológicas a través de todo el ciclo vital. Dentro de las áreas de especialidad de la neuropsicología clínica se encuentra la neuropsicología pediátrica que también puede recibir nombres como neuropsicología del desarrollo o neuropsicología infantil. Esta área estudia las relaciones entre el cerebro, la conducta y el aprendizaje en niños y adolescentes. Habitualmente el estudio de la emergencia y desarrollo de funciones cognitivas en condiciones no patológicas lo realiza la neurociencia cognitiva mientras que la neuropsicología clínica pediátrica lo hace en condiciones de patología o trastornos del desarrollo. Esta división es arbitraria y no debe entenderse como excluyente, por ejemplo, en el ámbito clínico puede identificarse una necesidad -mis pacientes con trastornos del desarrollo muestran un desarrollo cognitivo heterogéneo y me gustaría saber por qué- y ésta generar una pregunta de investigación cuyos resultados retornan al ámbito clínico para su aplicación.

¿Qué hace entonces la neuropsicología clínica pediátrica? Es necesario delimitar la población con la que trabajamos: niños y adolescentes, esto es, cualquier sujeto en desarrollo. La mayoría de edad en términos de desarrollo neurológico y cognitivo no es el la misma que en términos legales. Para la neuropsicología pediátrica la mayoría de edad se alcanza con el final de la mielinización del lóbulo frontal, especialmente de la corteza prefrontal y esto ocurre entre los 20 y los 22 años. Lo cuadros clínicos donde es posible realizar una valoración y posterior intervención terapéutica son los trastornos del desarrollo, parálisis cerebral infantil, epilepsia, traumatismo craneoencefálico, eventos vasculares, enfermedades desmielinizantes, neoplasias del sistema nervioso central, trastornos genéticos y cromosomopatías. La palabra clave en esta área de especialidad es Desarrollo.

Referencias:

1. Donders, J. Hunter, S. (2010). Principles and Practice of Lifespan Developmental Neuropsychology. UK: Cambridge University Press.

2. Kolb, B., & Whishaw, I. (2009). Neuropsicología Humana (5ª ed). Madrid: Editorial Médica Panamericana.

3. Rosselli, M. Matute, E. Ardila, A. (2010). Neuropsicología del Desarrollo Infantil. México: Manual Moderno.